09 octubre 2011

MAURICIO EL CUÑADO ITALIANO TAMBIEN NOS DEJO



Creíamos que habíamos dejado atrás todos los recuerdos mas emotivos del 2010, las perdidas de nuestros seres mas queridos y cercanos mama y Sonia. Pensábamos que ya de momento no podrían venir mas perdidas, pero la vida tiene sus sorpresas donde le gusta poner a prueba nuestra capacidad de aceptación. En la vida donde nada es “permanente” –como dicen los budistas- los seres humanos que formamos parte de ella, somos muy frágiles y nos exponemos a vivir de otra manera; a aceptar la enfermedad atreves de la cual nuestro crecimiento y el de los que nos rodean se hace mas palpable. El año 2010 nos dio la oportunidad a nuestra familia para la aceptación de la VIDA en toda su dimensión. Fue un entrenamiento de convivencia y de amor para todos nosotros, niños incluidos que cuando supimos de la enfermedad de nuestro querido Mauricio, el marido de Begoña y papa de Luca, todos nos preparamos para estar junto a el y poder agradecerle y recibir su cariño en los últimos días de su vida. Se nos fue muy pronto para su edad y la metástasis se lo llevo muy rápido. Solamente dos meses para poder compartir con el sus recuerdos, su presente y sus últimos deseos.
Carmen y Silvia (la enfermera que cuido a mi mama) que ya es parte de la familia, se marcharon a Milán, para estar junto a Begoña y Luca y acompañar a Mauricio en sus últimos días. Mauricio estuvo durante sus últimos dos meses, tranquilo, en paz y viviendo unos momentos de amor y afecto con toda la familia.

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