SONIA YA ES UNA ESTRELLA Y NOS ILUMINA CON SU LUZ

El día 23 de Agosto del 2010, a las 11,30 de la noche, Sonia se marcho con la luna casi llena y se instalo en el firmamento en forma de estrella para iluminarnos desde las alturas

Dos meses han pasado desde que se la diagnosticó una metástasis en el cerebro.

Dos meses que nos ha dado tiempo para amarnos, para decirnos las cosas que quizás en cuarenta y cuatro años de su vida no hemos tenido tiempo de decirnos.

Dos meses para rodearse de sus seres más queridos, que ella eligió para que la acompañaran en este su último viaje.

Dos meses, que los que hemos tenido la fortuna de compartirlos con ella, nos han enriquecido de una manera indescriptible.

Dos meses llenos de amor, luz, energía, armonía, belleza, paz, compañía, risas y complicidad.

Dos meses donde ella ha tenido la oportunidad de organizar el futuro de sus hijos a los que adoraba.

Dos meses de comunión entre todos los que estábamos allí que hemos salido reforzados y más ricos que éramos antes.

Su habitación, que ella había decorado con tanto amor y belleza se convirtió en un altar, lleno de flores, velas, olores, recuerdos, donde durante estos dos meses siempre ha habido a su lado, como mínimo dos personas acompañándola, leyendo libros que nos ayudaran para prepararnos a despedirnos sin dolor , entendimiento y aceptación; poniendo su música preferida; quemando inciensos traídos desde distintos puntos de la Amazonia; tocando la quena, cantando canciones, invocando a los Dioses para que estuvieran preparados para cuando ella partiera; y pidiendo a los Dioses para que a nosotros nos dieran fuerza para estar a su altura.

Su imagen, siempre ha sido bella, reposando en esa cama de la que nunca se volvió a levantar. Primero consciente, rodeada de sus hijos y familia cercana, riendo, compartiendo, tomándonos fotos, que quedaran en el recuerdo. Imágenes bellas como tenían que ser, pues ella siempre se rodeo de la belleza hasta el último momento. Ella era la belleza. Luego cuando paso a un estado más placentero, seguía siendo bella, porque ya se encargaban los que estaban a su lado de que no le faltara. Una estética armoniosa, pareos de colores que la cubrían su cuerpo y su cabeza, envuelta en mosquiteros blancos para evitar que nada le molestara.

Han sido dos meses de amor y a pesar de su partida física, a ella la seguimos sintiendo tan cerca de nosotros como si estuviera aquí.