CLOTI TAMBIEN PARTIO HACIA LAS ESTRELLAS

Cuando una mascota se va con la que has compartido tantas horas, días y años de una manera cotidiana, el vacio se hace evidente. Quizás compartimos muchas mas horas con nuestra mascota que con nuestros hijos, marido y demás familia. Llevábamos más de ocho años juntas, ella era el alma de “La Joya de Cabo de Gata”; la relaciones públicas; la que iba a visitar con mucha frecuencia a los clientes. En los “libros de clientes” que tenemos en los cortijos, siempre hay elogios para ella, de lo cariñosa y dulce que era. Había noches que antes de dormir tenía que ir a buscarla a casa de los huespedes.Los niños la adoraban y salía a pasear por el parque con ellos frecuentemente. Todos sabemos de la entrega de los perritos hacia sus amos, hacia los niños con los que jugaba siempre; de ese amor desinteresado al cual estamos tan poco acostumbrados. Le doy las gracias por toda la compañía amorosa que me ha dado durante todo este tiempo que hemos vivido juntas, compartiendo casa, jardín, familia, amigos, etc. Ya estaba mayorcita, tenía unos quince años y su corazoncito (a pesar de ser tan grande) no le funcionaba bien. Mi corazón tendrá que llevar con paz y resignación otro vacio más.