20 enero 2011

LISBOA MUCHOS AÑOS DESPUES


















La idea era viajar con mis tres sobrinos mayores, Oscar, Paola y Luca los cuatro a un lugar cercano, en la semana anterior a iniciar el curso escolar del 2011. Por razones que no vienen al caso ahora, solamente el viaje lo hemos realizado Paola y yo.
Un viaje diferente, un viaje de mujeres, que aunque tenemos una gran diferencia de edad, es una manera de acercarse dos generaciones tan distintas. Tengo mucho que aprender de Paola, de su juventud, catorce años, maduros para su edad y ella a soportar y compartir con la tía-abuela de sesenta y siete. Aunque mucha gente nos preguntaban si éramos madre e hija. Que quiere decir esto? Que yo parezco más joven o que ella parece más mayor?. Yo pude ser una madre que tuvo su hija ya entrada en los cuarenta, por lo que me podrían echar cincuenta y ocho, más o menos y no sesenta y siete, como tengo ahora. Por lo pronto para hospedarnos escojo un Hostal de la juventud, que es el mejor sitio para rejuvenecer, volver a tu juventud y quizás hacer cosas que en mi época joven no hice.
Volver a Lisboa, a recordar aquellos tiempos desde el 25 de Abril del 1974, que para tantos españoles nos cambio la visión que teníamos del país vecino y del cual estábamos tan alejados. Ese día que con su Grandola Villa Morena, de Jose Afonso también nos cambio a los españoles y nos dio un halo de esperanza, pensando que también nosotros podríamos tener pronto un futuro mejor. Esas Navidades del 74, muchos españoles nos vinimos a compartir con nuestros vecinos su "buena-nueva, nueva-vida y nuevas-navidades”. Pase esas navidades en Lisboa con Claudina y Alberto Gambiano, viviendo en una pensión cercana a la efervescente plaza del Rossio. Todo era alegría, canticos, abrazos, compartir lloros de esperanza (algo parecido vivimos Ninni y yo en las navidades del 89 en Berlín cuando la caída de su muro).
Han pasado 37 años y yo tenía 30 entonces. Cuantas cosas han ocurrido para estos dos países hermanos que en una época fueron uno. También el socialismo -lo mismo que en España años después- se instalo en este país. Yo tuve que volver varias veces para trabajar con los socialistas portugueses en sus campañas electorales. Estos dos países han sufrido el desencanto después de depositar todas sus esperanzas en un cambio mas profundo. El progreso en Portugal ha ido más despacio que en España. Se nota en todo, pero esto quizás es por lo que, hoy por hoy ,Portugal guarda todavía aquel encanto del pasado que les mantiene cálidos, acogedores, con su buena gastronomía y la atención al visitante elegante y esmerada.
Siempre he dicho que me resulta muy interesante volver a visitar lugares donde ya has estado anteriormente, cada vez se descubren nuevas cosas, se comparan las costumbres, se reafirman momentos gratos pasados y se sigue aprendiendo la cultura de los pueblos. Ha sido un placer volver a recorrer sus barrios más entrañables, Alfama, Barrio Alto, Baixa, el Chiado, escuchar sus fados....










Si hay algo que va a caracterizar este viaje serán las lluvias torrenciales caídas sobre Lisboa, más propias del trópico que de un país europeo en época invernal. El clima no nos ha ayudado mucho. Desde que llegamos no ha dejado de llover, lo cual era un poco molesto para recorrer y visitar los lugares más emblemáticos de cada barrio. Espectacular es la Estación de Oriente, construida por Santiago Calatrava para la Expo del 98, así como el Oceanario que es uno de los más grandes acuarios del mundo con más de 8000 animales marinos y plantas, de más de 500 especies diferentes. Perderse por el barrio de Alfama, entrando y saliendo de iglesias, museos y tiendas de todo tipo;comer un buen arroz caldoso con marisco como hacía tiempo que no tomaba, en un pequeño restaurante de la Plaza de Gracia, por 7 Euros el menú, ir al rastro de la Feria de Labra el sábado por la mañana o escuchar cantar fados en algún bar nocturno te hace vivir y comprender un poco mas a este pueblo. También hemos estado en la pequeña villa de Sintra, con su imponente sierra salpicada de palacios, iglesias y fincas señoriales como la Quinta de Regaleira. Esta "Villa" vio reforzada su notoriedad al ser clasificada por la Unesco en el 1995 como Patrimonio Mundial de Paisaje.







Lo que mas me ha merecido la pena en este viaje ha sido reencontrame con mi amiga Rosarinho Sousa Machado, a quien tenía perdida y que gracias a Facebook (que yo no tengo) la encontré. Estar en su casa con su familia
quienes nos prepararon un cena portuguesa exquisita. Rosarinho y yo vivíamos en el mismo edificio, en Zurbabo 11 en Madrid allá por el año 1973, pero ella decidió volver a vivir en Lisboa cuando estalla la revolución de los claveles, una vez que toda su familia se marcho a Brasil. Desde entonces han pasado muchas cosas para las dos. Ella se caso, tuvo hijas, y yo cambie de trabajos, lugares donde vivir, viajes, pero parece que el tiempo no ha cambiado para nosotros.¡ Parece que nos vimos ayer¡. Nuestra admiración sigue latente y ambas hemos evolucionado en la misma dirección. Solamente por esto ha merecido la pena venir a Lisboa.


Lugares recomendados :
Café de Luso. Travesía Da Queimada, 10. Barrió Alto Restaurante con Fados.
Restaurante O Cantinho do Bem Estar. Rúa do Norte, 46
.Telf. 213 464 265.Barrio Alto. Restaurante de comida popular.
Restaurante A Mourisca .Largo de Gracia,84-85 . Barrio de Gracia. Comida casera, buen arroz con mariscos.
Restaurante Casa D.Alentego. En un edificio morisco. Comida popular del Alentego. Casa de Cultura del Alentego. Rúa Portas de Santo Anto, 58, (al lado de Restauradores) Comida exquisita.
Hostal de la juventud. Black and White. Lisboa 15 € cama
Hotel Barrio Alto. www.alfacehostel.com
Telf.351 213 433 293
Rua do Norte, 96. En barrio estupendo y buenos precios.

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