11 marzo 2008

EL AGUA COMPANERO DE VIAJE.




























Mi bautizo con el deslumbrante país brasileño fue regado por las aguas del Amazonas y quise que me despidiera con las estrepitosas, ruidosas y por eso no menos bellas de las aguas del rió Iguazú, empapada en las profundidades de sus cataratas .

En el deambular por el Brasil el agua ha estado presente casi en todo momento. Agua en todas sus manifestaciones, como señal de vida, en ríos caudalosos y largos, en meandros, entre manglares, cascadas como grandes colas de caballos blancos, aguas tranquilas con calidos colores, en playas desérticas y aguas alborotadas con grandes olas de espuma, ríos con aguas negras y ríos con aguas marrones que arrastran la riqueza de sus minerales.

El rió Iguazú majestuoso quiere ofrecernos un espectáculo de la naturaleza antes de derramar sus aguas al rió Paraná, el segundo rió mas largo de América Latina, después del Amazonas. El rió Iguazú riega con sus dulces aguas tres países, Paraguay, Brasil y Argentina. Nacido en las montanas litorales del Paraná, el rió Iguazú serpentea hacia el oeste durante 600 km., deteniéndose tras los embalses de Foz de Areia, Cruz Machado y Salto Santiago y va recogiendo las aguas de numerosos afluyentes en su camino. Se ensancha con majestuosidad y recorre un magnifico escenario selvático antes de precipitarse con estrépito en cataratas escalonadas. Las 275 cascadas ocupan una zona de 3 Km. de anchura y 80 km. De altura, lo que las hace mas anchas que las Victoria, mas altas que las Niagara y mas bellas que cualquiera de las dos.

Miles de anos antes de ser descubiertas por los blancos, eran un sitio sagrado de sepultura para las tribus tupí-guaraní y paraguas. Iguazú en el vocablo tupí-guaraní quiere decir “aguas grandes”. En 1986 la UNESCO declaro la región Patrimonio e la Humanidad.

Las cataratas riegan los dos países Brasil y Argentina, pero no en partes iguales.Podriamos decir que las cataratas desde el lado argentino, ocupan una extensión mas grande, es como si estuviéramos en el escenario de una obra de teatro y nosotros fuéramos los actores. Estamos dentro, cercanos y casi tocamos los decorados, nos mezclamos con su vegetación, sus paseos, nos mojamos salpicados por la fuerza de sus aguas, escuchamos su música estridente y nos sentimos actores dentro de su neblina en algunos momentos o calentados por sus altas temperaturas. Como buenos actores nos fascinan y nos emborrachan. Nos emborrachamos de éxito. Las hacemos nuestras.

Dicen que el teatro no existe si no existiera el público. El público hace la magia del teatro y los actores reciben el reconocimiento de su gran espectáculo. Esto es lo que les ocurre a las cataratas de Iguazú vistas desde el lado brasileño. La extensión desde este lado es más pequeña, pero desde el anfiteatro brasileño, se puede divisar uno de los mayores espectáculos del mundo.Las cataratas de Iguazú, representadas en el lado argentino. Un gran escenario, muy cercano, majestuoso, con sus actores dentro y todo tipo de efectos especiales naturales. Un espectáculo de la naturaleza que a Dios le pido que se siga representado muchos anos más.

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