JOHN RAMIREZ, DE LAS CALLES DE BOGOTA A LA INTEGRACION SOCIAL.

Juan Carlos y Cristina, quisieron que conociera a una persona que ahora esta trabajando en el Gimnasio Moderno, por su calidad humana y por el ejemplo de vida.Esta persona se llama John Ramírez, y le conoció Cristina en una conferencia sobre terapias de enfoque sistemático que tuvo que dar en la Universidad, y un colega de Cristina llevo a John para que reforzara la conferencia explicando el proceso evolutivo en su vida personal.

Efectivamente, también conocí a John y como Cristina y Juan Carlos, quede impresionada del proceso que este exhabitante de calle, ha tenido a lo largo de toda su vida. John es un hombre culto, humano, informado a todos los niveles cultural y políticamente, no parece un “desechable” (palabra que utilizan de una manera despectiva, personas deshumanizadas de este nuestro primer mundo). John, a los cinco años ya estaba disfrutando de la libertad de la calle,como el dice. Acompañaba a su mama y mientras ella vendía en un puesto callejero, chuches y de todo, el jugaba y conocía de primera línea lo que era estar en la calle. Nunca quiso volver a su casa, decidió quedarse allí y vivir la libertad como otros tantos niños de su edad y mayor que el. Tuvo que resolver de todas las manera imaginables, pero como el me contaba, en aquella época los ciudadanos tenían miedo de las pandas y de todas esas personas que deambulaban las 24 horas del día, tratando de supervivir. Recuerda aquellos años como si hubiera estado en la gran Universidad de la Vida. Dice que hoy en día, los que tienen miedo, son los habitantes de la calle, pues los ciudadanos les persiguen, los paramilitares , etc. Ahora es muy peligroso para ellos estar durmiendo en la calle, pues no saben si al día siguiente estarán vivos.

Lógicamente, John, ha pasado por todo, ha probado de todo y más de una vez ha tocado fondo. Pero el solo, ayudado por su fuerza y por algunos otros colegas, un día decidieron que tenían que supervivir y empezar a producir, a su manera, para poder ayudar a esa gran comunidad a la que el hasta hace poco perteneció. Lo intento de distintas maneras y uno de los proyectos fue una cooperativa de reciclaje. Todos los trabajadores eran exhabitantes de calle y salieron adelante. Quizas no resulto tan beneficioso económicamente, pero si lo suficientemente para que cada uno de ellos se fuera integrando en la sociedad de la producción.

Cuando Cristina, hablo con Juan Carlos y le comento el tipo de personaje que John era, Juan Carlos quiso conocerle y hoy, en el Gimnasio Moderno, tienen un planta de reciclaje para todas las instalaciones del colegio, John y su hermana están dados de alta y pertenecen a la nomina del colegio, y ellos mismos tienen contratado a otro socio, que les ayuda en las tareas de reciclaje del colegio., Tienen planta de compost para la huerta ecológica, separan todos los plásticos, periódicos, y elementos reciclables y ellos se encargan de venderlos a las empresas del sector. Las ventas del reciclado es para la pequeña cooperativa que tienen montada.

Desde aquí felicito tanto al colegio, por la ayuda social que están haciendo y a John que con su sabiduría quiere seguir adelante en nuevos proyectos para ayudar a la gente que como el un día estuvo en la calle.