11 enero 2008

MI CUARTEL GENERAL EN RANCHOAPARTE









Costo 24 horas de viaje en autobús, 1500 km.desde la Guajira a Bogota, para encontrarme con los Bayona y celebrar mi 64 cumpleaños. Carreteras estrechas de dos direcciones con adelantamientos poco respetuosos en buen autobús con aire acondicionado, incluso por la noche, con temperaturas frías en el exterior, y que se pudo soportar gracias a mi saco de plumas. Paisaje muy interesante, viajando paralelamente al mítico rió Magdalena, que en algunos momentos lo divisabas desde 3.200 mts. De altura. Subidas y bajadas desde la sabana a las partes más altas para aterrizar al fin en Bogota.

Ranchoaparte, ya el nombre lo define, un rancho (casa) que quiere estar aparte de otro rancho muy cercano. El lote (terreno) perteneció a la familia de Cristina Exacción y sus padres viven en el otro rancho, a 50 mts. Esta situado en el Valle de Tenjo, a 35 km. de Bogota, entre paisajes de verdes prados, montanas, vacas, caballos.Es una casa que invita al descanso, a la lectura, a los paseos y a vivir en armonía. A lo lejos las montanas de la metrópoli bogotana como referencia.

Han sido días, bañados de cariño por parte de la gran familia Bayona,-Escallon. Charlas nocturnas alrededor de una gran mesa en el office de la cocina, para estar mas cerca de los fogones y degustar buenas comidas colombianas con alguna que otra mezcla española, chorizo de la Rioja, tortillas de patatas y regados por muy buenos caldos españoles, de la bodega del *Ovejo* como cariñosamente le llaman a Juan Carlos sus amigos. Todas estas charlas han estado amenizadas por la mejor música del mundo de la colección de Juan Carlos.

La ruta gastronómica por los mejores restaurantes bogotanos, y los paseos por la Candelaria y el Centro de Bogota, con Juan Carlos, visitando museos y universidades y baratos, lugares donde siempre había alguna persona que le conocía, que le saludaba, que le recordaba de lugares de trabajo, de escuelas. No es posible salir con Juan Carlos y pasar desapercibido.

Los buenos restaurantes alas afueras de Bogota y principalmente los fines de semana, tienen unos programas específicos para los niños. Cuanto más caro es el restaurante, mejor servicio de actividades infantiles tienen. Talleres de todo tipo, pintura, cerámica, disfraces, juegos, mimos, etc. Es una buena manera de hacer marketing. Los papas contentos comiendo, pero los niños, aprenden a comer bien y a divertirse. Los niños serán los comensales del futuro.

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