04 enero 2008

DEL LIBRO LA ISLA DEL TESORO















Un dia olvidare los nombres que he aprendido
olvidare los rostros amados
las calles por donde se han ido mis pasos.
Un dia guardare la memoria bajo tierra
dejare todo a merced del viento
y abrire mis brazos
para que entre la noche.
no será suficiente
pero mi corazón latirá sin prisa






JUAN CARLOS BAYONA (Bogota 1959)
Edicion Piedra de Sol. Magisterio Poesia.

PROLOGO

Juan Carlos Bayona leyó desde niño con un acento profundo y una voz de bardo español, los misteriosos poemas de Quevedo sobre la pertinencia de la muerte y la brevedad de la vida, Quizas no los ha entendido jamás, como ninguno de nosotros, porque habría que morir para hacerlo, pero los ha aprendido con el respeto de las cosas santas. Ha iniciado un recorrido monumental por las convicciones y los reparos morales, cayendo a veces y luego levantándose, con mucha confianza. Es sensible y algo febril en sus propósitos, propios de la corte de los ilusos. Creyo en Cortazar, como tantos,pero tomo el rumbo en otra dirección, como muy pocos. Elliot quiz le dijo extrrañas cosas, sobre dejar el mundo mejor de lo que estaba. Vive abrazando a los niños, y oyendo sus charlas. Lo rodean la esperanza, los proyectos del mañana y la inocencia. Es un previliagiado , y lo sabe, pero no lo declara, porque la lucidez indica que siempre es mejor no declararlo. Ha leído, en Borges, del asombro, de la fugacidad y de la felicidad,y se alrgra al saber que no miente. Sabe que comer muy bien es importante, y cantar y hacer bullicio sufiente. Es un hombre con fe, y esa es la primera silaba de feliz. Es preciso tratarlo encontces como merce un caso como este: con afecto.






Enrique Serrano.

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