Ramón era un enamorado de Portugal, de su arquitectura, de sus gentes, de su gastrónoma, de sus artesanías. Nosotros no viajamos nunca juntos a Portugal., pero descubrí el país vecino a través de su mirada que plasmo como el solo sabia hacer con sus cámaras. Esas fotos de las janelas (ventanas) portuguesas, puertas, fachadas, gentes, momentos robados. Esas fotos en blanco y negro. Ramón tenia una sensibilidad para todo lo que le rodeaba, por eso su magia con las cámaras, dando vida a todo lo que captaba. Captaba el alma de las cosas. Siempre traía alguna artesanía para completar esos momentos vividos.
Por eso al pasear por las calles de Sao Luís, pude retroceder en el tiempo y ver muchas imágenes ya conocidas para mi. Sao Luís es la capital del estado negro de Maranhao, uno de los estados mas atractivos. Pertenece al Noreste y es una de las zonas mas pobres del país y conserva gran parte del pasado colonial. También es donde resulta mas evidente la influencia del continente africano.
Fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, hace algunos anos. Este nombramiento hace que, a partir de ese momento, la zona declarada patrimonio, en este caso el casco histórico, se proteja, no se destruya y comience una rehabilitación para que se pueda recuperar su pasado histórico y arquitectónico.
Pasear por la pequeña ciudad, disfrutar de sus casas con las fachadas alicatadas con azulejos portugueses, para proteger las casas de la humedad del mar, sus janelas, sus rejas, sus puertas, su folclore musical, su vida cultural y su gran movimiento de terreiros,( lugares de para encuentros religiosos africanos) arraigados fuertemente en esta parte del país, hace de esta ciudad un lugar amable y especial para vivir.
Hago mía la descripción de mi amiga-viajera Mireia (catalana, viviendo en Cordoba de Argentina, trabajando en cooperación) y que hemos coincidió en varios lugares.
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